martes, 1 de julio de 2014

La medicina de familia te enseña

Tantos años estudiando para llegar aquí y al final resulta que era una propia especialidad la que iba a poner todos sus medios para que un humilde servidor aprendiera día a día que la medicina se aprende de libros si pero también del contacto con las personas; Y es ahí donde la Medicina de Familia adquiere su mejor versión docente de sí misma.
Medicina de Familia te presenta a personas: 
El famoso ¡Que pase el siguiente! es sustituido por ¡Dolores Carmona, pase! y es que al final a los pacientes se les conoce por nombres y apellidos; se les conoce y se les quiere, se les coge cariño y se les acaba conociendo. Otra cosa es que el paciente se abra hacia ti, te cuente sus patologías, sus quejas, sus dudas, sus miedos; miedo a tomarse ese medicamento, porque ha leído lo que la industria farmacéutica no le ha dicho pero ha tenido la decencia de escribir con letra minúscula no apta para pacientes con presbicia en un pequeño prospecto. Miedo a que su dolor no remita, miedo a que su hija continúe sin trabajo, miedo a la soledad... Al llegar a casa pienso en la cantidad de gente que he conocido hoy en mi trabajo.
Medicina de Familia te enseña idiomas:
¿Podrían decirme algún trabajo en el que al llegar a casa pienses: Tengo que aprender Francés, Marroquí o Chino? Pues la semana pasada llegaron a mi consulta una pareja de Marroquíes sin hablar ni una palabra de español. La mujer se señalaba la garganta con facie de dolor a la vez que sacaba del bolso los envases de las pastillas que había estado tomando hasta la fecha de la consulta. Le abrí la boca y ¡bingo! Amigdalitis pultácea, pero tengo que aprender Marroquí pensé. También me llegó un joven italiano que me dijo: -¡Tengo champiñones!...- Yo me quedé extrañado y le dije ¿Champiñones donde? El joven muy amablemente se descubrió su camisa, se dio la vuelta mostrándome su espalda y me dijo -¡sí funghi!- Observé las manchas blanquecinas escamosas típicas de la Pitiriasis Versicolor en espalda. Le dije: muy bien amigo tiene champiñones sí pero en España a estos champiñones les decimos hongos. Al llegar a casa pensé tengo que aprender Italiano.
Medicina de Familia te pone en forma:
¡Venga María súbase a la camilla que voy a escucharle el pecho! Le voy a ayudar.... Dios mío María ha aumentado un poco de peso... pensé. Empleé toda mi fuerza en ayudar a María a subir pero me di cuenta que mis bíceps estaban poco fortalecidos últimamente y una sensación similar a ciática recorría mis lumbares y parte posterior del muslo. Después... -¡Pedro tienes 2 avisos!- me dijo mi administrativa, al finalizar mi jornada me dispuse a salir a la calle y a caminar hacia la dirección indicadas y al llegar al edificio de la paciente pude comprobar que era un Tercer piso sin ascensor con unas escaleras oscuras y de pendiente bastante pronunciadas. Al llegar a la tercera planta sufrí lo más parecido a una disnea que he vivido hasta hoy. Tengo que hacer más deporte pensé, cuando llegue a casa voy a apuntarme al gimnasio.
Medicina de Familia te hace aprender:
-Mire Doctor yo tengo la enfermedad de Pompe ¿usted sabe lo que es verdad? porque Don Antonio el médico que estaba antes que usted en esta consulta ya conoce mi caso...- Y yo mientras pensando: Dios mío ¿Qué era la enfermedad de Pompe? Vale Pedro has llegado hasta aquí, has estudiado mucho, has hecho un MIR ¿de algo te acordarás no? Y recordé en un rincón de mi mente que se trataba de una enfermedad metabólica hereditaria tipo glucogenosis por el fallo de una enzima llamada maltasa ácida... con eso y un poco de ayuda de la señora pude salir del bache. Tengo que estudiar más pensé, lo haré cuando llegue a mi casa.

Pensando en todas estas situaciones al llegar a casa lo primero que pienso es en los afortunado soy al haber elegido una profesión como la de Médico y una especialidad como Medicina de Familia.

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